“Hola a todos, sé que vuestras mercedes no tendrán razón alguna para perder el tiempo escuchando a otra de muchas mujeres que hay en nuestros tiempos quejándose de la violencia que recibimos por el simple hecho de tener un sexo distinto del hombre; pues ayer fuí una de los millones de víctimas que hay hoy en día sometidas a base de violencia y miedo, y que obedecemos como si de animales se tratase por la única motivación de poder seguir viviendo aunque sea en un mundo deshumanizado e injusto. Ayer estaba con mi recién casado marido cuando empezó a matar sin ningún remordimiento a los pobres animales de nuestra nueva casa por el afán de hacerse de temer para que yo le obedezca por el resto de mi vida para no temer por ella.
Pero señoras y señores nosotras también somos seres humanos. Y tenemos el derecho a una vida digna sin maltratos por parte del hombre. Es hora de diferenciarnos de los animales, y de admitir que la fuerza no lo es todo, y probar que hemos avanzado hacia una sociedad con pensamientos modernos y racionales que nos hagan ver que somos todos iguales a ojos de Dios, y no somos simplemente la insignificante costilla que se desprendió del cuerpo del hombre. Ha llegado el momento de cambiar y de mirar a un futuro más justo y humano para todos los humanos.”
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