Soy una mujer, soy una persona. Como persona que soy tengo derecho a
decidir qué hacer con mi vida: en que trabajar, con quien casarme, si tener
hijos o no. Ese derecho tiene que ser respetado por el resto de seres humanos.
¿Qué harías ustedes, los que son hombres, si no les permitieran hacer con su
vida lo que quisieran? ¿Se revelarían, como hombres bravos y valientes que
sois? ¿Lo aceptarían sin más? Piensen e intenten ponerse en nuestro pellejo.
¿Pensáis que, bajo amenazas, como fue anoche, la actitud de mi marido fue la
adecuada? Me consideran una mujer de carácter fuerte y rebelde pero no por ello
soy susceptible de ser dañada como un mero trapo. Pensar que la mujer es un
simple objeto usado de forma habitual para satisfacer las necesidades de los
hombres en un error garrafal.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.